jueves, 12 de julio de 2012

Hasta el infinito

No tengo la culpa de apreciar más el pasado que mi presente. Se me acumula el tiempo. Sin valorar el ayer, jamás entenderé el mañana. Pero, ¿tan imprescindible es?

Hubo un instante en el que apoyastes tu puño en la barbilla, y mirastes por la ventana. Me pregunto, donde irán todos esos pensamientos. Me pregunto si algún día habrá una explicación a lo que sentimos, a lo que respiramos. No hay mayor enemigo que uno mismo sentado en un espigón, hablandole al vacío de un cielo lleno de estrellas que nunca saben que contestar. Me temo que no es una casualidad...

Quién puede venir aquí y explicarme que todo es una farsa, que nada es real. Quién supo la verdad plena, quien detuvo al delincuente más malo, o quien juzgó a otra persona por un hecho incierto.
Querido... si yo fuera ese ser, estaría realmente inclumpliendo las normas de la vida. Tenemos miedo a no disfrutarla, y por ese miedo nos limitamos a satisfacer solo nuestros caprichos.
¿Se puede vivir así? Siendo un traicionero... No pierdas tu tiempo en serlo, se fiel a tus principios. La victoria en la vida no es la felicidad, es poder vivirla afrontando los problemas hasta el final.

Mira bien el cielo, allá al fondo, entre las estrellas, habrá un hueco donde estarás el resto de la eternidad. Será entonces cuando encontraremos todas nuestras respuestas. Mientras tanto ten paciencia, vive... Nos quedan siglos y siglos allí arriba para desconectar...