domingo, 14 de noviembre de 2010

Cosas que pasan

Había alguien que decía que la perfección no existía. Que nada era perfecto, que el mundo estaba lleno de imperfecciones... Cuando te conocí, me di cuenta de que esa persona no te vio jamás.

Todo viene, con escasos 6 años…

-¡Abuela, pon Canal sur, que ya es Semana Santa y salen los pasos por la tele! Qué bonitos recuerdos. Empezaba a crearse esa pólvora fantástica. Deseaba que vinieran esos días de azahar para poder ver esta vida a través de una pantalla. Cornetas y Tambores, bambalinas, movimiento, capirotes, plumas, oro… ¡Nadie me explicó que esto existía! Como puede ser, si es lo más maravilloso que se puede ver. Como va ser que las dos personas que más quiero no me contaran que Dios existe.

Recuerdo una vez que mi abuela, mientras veía algunos videos de la madrugá, me dijo que había un Cristo en Sevilla que lo llamaba el Gran Poder, y una Virgen que era preciosa. Que era una joya y que tenía un manto verde. Poco más tarde me di cuenta, de que el verde simbolizaba Esperanza… ¿A que no adivinan como se llamaba esa virgen?......

Tome esa palabra, como guión en todo lo que me ocurría, “siempre hay que tener la ESPERANZA”… “la ESPERANZA es lo último que se pierde”… Sabía que tú estabas ahí siempre, que tú eras la Madre de Dios, que eras la más hermosa, que eras ELLA…

Te miro hoy en día y en ti veo reflejada Sevilla entera. Escucho el susurro que me transmites cuando te reviso que sigues siendo Tú, que nada te falta, que nunca dejas de ser señora.

Suena tu marcha “pasa la virgen Macarena…” y noto como me ayudas, como me llenas ese gran vacío que nadie me llena. Que se rompe mi corazón porque lloro viéndote pasar, porque sé que eres tú a la que yo le pido, la que me escucha y me escuchó.

Mi abuela me explicó y me presentó a ella a través de la pantalla, aunque mi abuela con su edad, no había tenido oportunidad de verla en persona. No hace más de una semana, tuve la gran suerte, después de 14 años, presentársela en plena basílica. Miraba a las 2 y notaba como cada una me agradecía ese momento, lo que estaba pasando.

No sé si por suerte o pura casualidad, pero esta historia significa hoy, un peso bastante importante en mi vida… y… ¿A que no adivinan como se llama mi abuela?....



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