viernes, 19 de noviembre de 2010

Tengo ganas de recordar como era...


La noche inquieta, espera ya con ganas los sonidos de la cuaresma.
Esas cornetas que se preparan para hacer sonar esa marcha que hará vibrar el corazón de algunos. Ese llamador que pide a gritos ser sonado. Ese racheo que parece que se va la vida en ello. Ese sol radiante que alimenta todos los naranjos de la ciudad para vestirse de gala y engrandecer el escenario de los sueños. Esos bares que lucen su mejor entorno de cuadros, repletos de gente hablando de lo mismo. Iglesias con un va y ven en sus puertas, y niños locos por saber que se ve debajo de su primer antifaz... Flores que se preparan para dar más presencia a los verdaderos protagonistas. La plata limpia con ese toque brillante, la misma plata por la que se pasearan cientos de manos ansiosas de que la que va arriba, le escuche y cumpla su promesa. Que la cera esta loca por ser derretida, y ser goteada por cada rincón, por cada calle. Que los flashes de fotos capturen la mejor postal cofrade...
Que tiemblen las parihuelas, que ya se acerca, que esto está aquí ya, que sigan contando los minutos que mi espera ha comenzado ya y que mi instinto me dice que lo mejor está por llegar...
Que mis piernas estan listas para andar, y mis ganas de soñar se hacen más impaciente que nunca. Que mi locura va a más y más, si no veo ya a ese Dios rompiendo en andas desde san Lorenzo hasta la catedral. Que no tarde mucho más, que Sevilla se muere de ganas ya de comenzar...










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